Energía sin cable
El concepto “pila” denomina, de modo
genérico a todos los dispositivos que generan una corriente continua a partir
de una reacción química, aunque existan diferencia entre ellos: celdas
volcánicas (primarias y secundarias), pilas eléctricas, acumuladores, baterías
y pilas de combustible. Hacia el año 1780 Luigi Galvani estaba diseccionando
una rana, sujeta de un gancho de metal y cuando tocó la pata de la rana con su
bisturí de hierro, la pata se encogió como si la rana aún estuviera viva.
Galvani creía que la energía que había producido el movimiento de la pata
provenía de la misma pata y la llamó “electricidad animal”. Sin embargo un
colega suyo no estaba de acuerdo porque creía que ese fenómeno estaba causado
realmente por la unión o contacto entre dos metales diferentes que estaban
unidos por una conexión húmeda. Esta hipótesis fue experimentada, verificada,
perfeccionada y publicada hacia fines del siglo XVIII.
El científico –físico- italiano Luigi
Volta, inventó la pila. A partir de los experimentos de Galvani, Volta comprobó
que el movimiento de la pata de la rana era producido por la presencia de dos
metales (el del gancho y el del bisturí) y que, poniendo en contacto esos dos
metales, u otros, se podía producir corriente eléctrica. Gracias a sus investigaciones
concluyó que algunas combinaciones de metales producían mayor efecto que otras
y, con sus mediciones, hizo una lista del orden de eficacia.
Entre los metales que contienen las pilas
se encuentran: el mercurio, cadmio, plomo, zinc, magnesio, litio y níquel.
Las
pilas: energía contaminante...
Cuestionadas
por su poder contaminante, siguen siendo el principal generador
portátil de energía eléctrica.
El
principio que hace funcionar a una pila nace de una reacción
química
observada en el año 1800 por el físico italiano Alessandro
Volta.
Introduciendo dos metales distintos en un medio conductor de la
electricidad -como puede ser el agua con sales disueltas-, la
corriente de partículas con cargas positivas que se produce genera
una diferencia
de potencial
en los metales, denominados electrodos.
Esa diferencia hace posible que el dispositivo
suministre corriente eléctrica
a un sistema externo. Con el tiempo, los incómodos medios acuosos
fueron reemplazados por otros secos, que resultaban más prácticos,
y el cobre
y el zinc
fueron los metales más usados. Con ese criterio, el químico inglés
Frederick Daniell inventó en 1836 una pila
seca
que marcó su evolución y luego devino en las pilas
salinas
de zinc y carbón, que hoy conocemos como “pilas
normales”.
Las
alcalinas
o de alto rendimiento son las más consumidas: ofrecen potencia,
duración y contienen
mercurio,
lo cual, a diferencia de las salinas, las convierte en contaminantes.
Aunque
las que generan más riesgo
ambiental
son las pilas
botón
(de reloj), que contienen una mayor concentración de mercurio. Las
más modernas son las recargables,
que emplean níquel
y cadmio
(también contaminante)
y permiten reconstituir su sistema
químico interno
mediante corriente eléctrica de red, para devolverle la capacidad
generativa.
¿Cómo
contaminan la pilas usadas?
Las
pilas comunes están compuestas por materiales pesados, mercurio,
cadmio. Y si, cuando se acaba el período útil las arrojamos al
tacho de desperdicios, seguramente terminarán en un basural. La
lluvia lava los restos de las pilas y arrastra el mercurio, que se
abre paso a través de la tierra, hasta que encuentra la napa
subterránea de agua y la contamina. Como el agua de la napa está
siempre en movimiento, termina volcándose en los ríos y así llega
al mar. Actualmente, buena parte de los mares del planeta están
contaminados. A la vez, el agua contaminada se fija en la carne de
los peces y enferma al hombre cuando la consume. Pero, curiosamente,
el mercurio no afecta a los peces. No es el único problema; hay
otros, que como tienen poca prensa la gente ignora, como el peligro
que suponen las pilas para los chicos de entre 3 meses y 5 años.
Juguetes con pilas, deben tener colocado el tornillo de seguridad en
la tapa que cierra la caja donde se alojan las pilas. Así se evita
que el niño abra la tapa y saque las pilas. De esta manera evitamos
que se la trague.
Todas las pilas
contaminan una vez que son desechadas ya que contienen materiales
tóxicos, generalmente metales, que tienen la potencialidad de ser
liberados y causar impactos en su tratamiento y disposición final.
Con el paso del tiempo y por descomposición, sus elementos se oxidan
y derraman diferentes tóxicos en el agua, el suelo y el aire; lo
mismo pasa cuando se quema en basureros o se incinera. Las pilas
contienen elementos tóxicos que causan daños a la salud y al medio
ambiente.
Las pilas
sulfatadas (en mal estado), no debemos dejarlas en los aparatos
(linterna, radio, controles, etc), hay que sacarlas, no usarlas más
y proceder como se indicó anteriormente para su desecho.
Todas las pilas
y baterías pueden y deben reciclarse con la mejor tecnología
disponible ya que, en las baterías recargables pueden recuperarse
hasta un 90% de sus materiales y en las pilas comunes hasta un 50%.
Los mejores métodos de gestión de residuos de pilas y baterías son
aquellos que, se recuperan materiales valorizables para
reintroducirlos en el circuito productivo. Por
el momento y hasta tanto nuestro país no esté en condiciones de
reciclar pilas y se dicte una ley que trate el problema de reciclado
de pilas y de gestión de residuos de aparatos eléctricos y
electrónicos que incluyan pilas y baterías, no debemos arrojarlas a
la basura ni incinerarlas ya que, producen un alto grado de
contaminación. La ciudad de Buenos Aires cuenta con puntos de
recolección de pilas y batería de diferentes marcas.
Reciclaje de Pilas Usadas
El
reciclaje de pilas es importantísimo ya que son altamente
contaminantes, especialmente las de botón, por lo que nunca deberían
de ir a la basura.
Tipos de pilas más conocidas y usadas
- Pilas botón: pilas que se utilizan en relojes, calculadoras, etc. A pesar de su reducido tamaño son las más contaminantes.
- Pilas de petaca o cilíndricas: contienen menos metales pesados, pero se producen muchas más.
- Las baterías de móvil: finalmente se debe tener en cuenta las baterías de móvil. Éstas son pilas recargables que se pueden utilizar durante mucho tiempo. Las más frecuentes son las de níquel-cadmio.
¿Por qué debemos recurrir al reciclaje de pilas?
- Las pilas contienen varios contaminantes considerados peligrosos entre los que figuran el zinc, cadmio, plomo y mercurio.
- Cuando, incorrectamente, se tiran las pilas usadas con el resto de los desechos, estas pilas van a parar al vertedero o a la incineradora. Entonces, el mercurio y otros metales pesados tóxicos pueden llegar al medio y perjudicar a los seres vivos.
- Siguiendo la cadena alimentaria, el mercurio puede afectar al hombre.
- Una sola pila de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua y una alcalina 167.000 litros.
¿Cómo se lleva a cabo el reciclaje de pilas?
- El proceso de reciclaje empieza por deshacernos de las pilas usadas usando los contenedores de recogida selectiva que existen. Si realizamos una recogida selectiva, las pilas usadas se llevan a una planta de reciclaje de pilas, donde el mercurio se separa de otros metales y el resto de materiales que constituyen las pilas usadas pueden ser recuperados.
- Las pilas convencionales son sometidas a un proceso mecánico con diferentes etapas de trituración bajo condiciones de refrigeración con nitrógeno. Las pilas trituradas se introducen en un destilador que se calienta hasta la temperatura adecuada para su posterior condensación.
- Las pilas botón son sometidas a un proceso de tratamiento para la recuperación de mercurio también mediante destilación.
Apuntes breves sobre el reciclaje de pilas
- En España el reciclaje de pilas apenas supone un 20% del total de las pilas que se venden en el mercado.
- El objetivo del Ministerio de Medio Ambiente es alcanzar el 25% de reciclaje de estas pilas en 2012 y el 45% en 2016.
- A partir de ahora, los productores y los importadores estarán obligados a hacerse cargo de la recogida y gestión del reciclaje de pilas y acumuladores usados.
Investigamos
cuánto tiempo tardan en degradarse estos productos:
Papel:
1 año
El papel, está hecho por celulosa, cosa que no le hace mucho problema a la naturaleza para eliminarlo. De todos modos, lo ideal es que se recicle así no se siguen talando árboles.
Telgopor:
100 años
Así
como el plástico y el vidrio, el telgopor no es un material que sea
fácilmente biodegradable. La naturaleza apenas puede dividirla en
moléculas mínimas como mucho.
Bolsas
de plástico: 150 años
Son
finitas, y a pesar de ser de plástico, debido a su espesor, tardan
menos tiempo que otros materiales como las botellas y demás. A la
naturaleza le cuesta mucho biodegradarlas.
Lata
de gaseosa: 10 años
Se
trata de uno de los elementos más resistencia. Esta hecho de arena y
carbonatos de sodio y de calcio, es reciclable en un 100%, pero en
4000 años.
Envase
de leche de cartón: 30 años
Muchos
piensan que son tóxicos. Están hechos en un 75 % por celulosa, el
20% de polietileno puro de baja densidad y el 5% de aluminio. Lo que
hace que se degrade en 30 años es el aluminio, los demás elementos
no más de 1 año.
Este tipo de corcho de plástico está hecho de polipropileno, de la misma forma que las pajitas de gaseosas y los envases de yogur. Y aunque tarden mucho tiempo en degradarse, lo hacen más rápido que las botellas de agua mineral (que están hechas de PVC, cloruro de polivinilo) y otras de PETE (tereftalato de polietileno).
Vasos
descartables de polipropileno: 1.000
años
Los
vasos de plástico están hechos de polipropileno, y son menos
contaminantes que los de poliestireno -material de las cajas de
huevos-. No se degradará por completo, pero llegarán a ser
moléculas muy pequeñas.
Tapita
de botellas: 30 años
Esta hecha de una aleación metálica que se degrada en 30 años a pesar de ser una fina lamina. El proceso es lento, se oxida de a poco hasta ser eliminada por completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario